9 de octubre de 2025
Lectura en 5 minutos
De operador a arquitecto: La disciplina de trabajar en la empresa, no sólo en ella
Por James Barlow para el Consejo Empresarial Forbes
En cualquier empresa de alto crecimiento, especialmente las que crecen rápidamente en sectores dinámicos, tanto los directivos como los miembros del equipo se enfrentan a una decisión decisiva: ¿Pasarás tu tiempo trabajando en el negocio, centrado únicamente en las tareas que tienes delante? ¿O elevarás tu perspectiva y trabajarás en el negocio aprendiendo, evolucionando e impulsando un valor sostenible a largo plazo?
En BZI, este cambio de mentalidad es más que un cliché de liderazgo: es una expectativa cultural. Pedimos a cada miembro del equipo que asuma la responsabilidad de su crecimiento, su oficio y su contribución. Se trata de una disciplina que no surge por casualidad y que, desde luego, no se produce únicamente entre las 9 y las 5 de la mañana.
Inversión personal: Un requisito previo para la excelencia
No fui a la universidad. Sin embargo, aprendí a leer balances, entender modelos financieros y dirigir equipos en decisiones complejas. Esos conocimientos no se adquirieron en horas de trabajo. Se adquirió trasnochando, estudiando los fines de semana, con mentores y repitiendo. En resumen: deberes.
Si quieres ser bueno en tu oficio, ya sea en carpintería, comunicación o finanzas corporativas, debes convertirte en un estudiante. No puedes ser un mero participante pasivo, sino un practicante activo. Al igual que a un atleta de talla mundial no se le ocurriría presentarse sólo el día del partido, los profesionales que destacan en su campo suelen practicar sin descanso y estudiar su oficio, sobre todo cuando nadie les está mirando.
La grandeza no viene de presentarse a hacer un trabajo. Viene de convertirte en un experto en la función que desempeñas, y eso requiere un esfuerzo intencionado más allá de la descripción del trabajo.
Adoptar una mentalidad de propiedad
Animamos a nuestro equipo a pensar desde la "caja del propietario". Eso no significa que todo el mundo deba montar su propio negocio. Significa abordar el trabajo con sentido de la responsabilidad. ¿Cómo influye su función en toda la organización? ¿Dónde estás creando valor? ¿Impulsa el progreso de la empresa o se limita a cumplir las tareas que le han sido asignadas?
La apropiación es una mentalidad. Los líderes que la adoptan toman mejores decisiones, se comunican con más eficacia y generan resultados que aportan valor. Es bueno tanto para el desarrollo personal como para los negocios.
Los líderes deben invertir mucho en su gente, pero esa inversión es una calle de doble sentido. Tanto si se trata de ayudar a un soldador a estudiar para obtener su credencial de Inspector de Soldadura Certificado como de ayudar a un futuro CPA a prepararse para un examen, nosotros damos el primer paso, pero esperamos que los miembros de nuestro equipo lo igualen con disciplina, constancia y empuje.
Hemos visto un crecimiento excepcional de miembros del equipo que tomaron la iniciativa de aprender gestión de proyectos, cumplimiento de las normas de seguridad, estimación o liderazgo, y todo ello fuera del horario de trabajo habitual. No esperaron a que les dijeran lo que tenían que aprender. Asumieron la responsabilidad de lo que querían llegar a ser.
Es lo contrario del derecho. Se trata de ser dueño de la propia trayectoria profesional. No siempre es cómodo, pero sin duda es gratificante.
La excelencia es una ventaja competitiva
En un momento en el que la inteligencia artificial, la automatización y la transformación digital están redefiniendo todos los sectores, no está garantizado seguir siendo relevante. Mantenerse a la vanguardia requiere inversión personal y reinvención.
El lugar de trabajo es uno de los mejores escenarios para aprender, poner a prueba y perfeccionar habilidades. Cada proyecto es una oportunidad para poner en práctica el liderazgo, la toma de decisiones y la resiliencia. Pero tratar el trabajo como un campo de entrenamiento solo funciona si te presentas dispuesto a crecer.
Esto no significa abandonar el equilibrio entre trabajo y vida privada. Significa reconocer que el crecimiento y la excelencia a menudo se producen en torno a la jornada laboral tradicional, no en lugar de una vida, sino en pos de una mejor. Si te tomas en serio lo de subir de nivel (ya seas fundador, directivo, comerciante o ejecutivo), aquí tienes cinco pasos que te ayudarán a trabajar en la empresa, no sólo en ella:
1. Dedique tiempo a aprender
Dedica 2 o 3 horas a la semana a estudiar tu oficio, ya sea a través de libros, seminarios web del sector, podcasts o mentores. Esta inversión se amortiza rápidamente.
2. Piense como un propietario
Pregúntese regularmente: Si yo fuera el dueño de este negocio, ¿tomaría la misma decisión? Este ejercicio mental ayuda a agudizar el pensamiento estratégico y la responsabilidad a largo plazo.
3. Entrenamientos fuera del día de partido
Al igual que los deportistas repasan la película del partido y se entrenan fuera del campo, los profesionales deben prepararse fuera del horario laboral. Elabora proyectos paralelos, representa situaciones o ensaya las habilidades que quieres dominar.
4. Busque opiniones a varios niveles
No espere a las revisiones anuales. Pide opiniones sinceras a tus compañeros, mentores y subordinados directos. Aprender lo que puedes hacer mejor -y actuar en consecuencia- es un superpoder.
5. Adaptar cada oportunidad a la iniciativa personal
Si tu empresa ofrece soporte de desarrollo, utilízalo. Si no, crea el tuyo propio. No esperes a que te den permiso para mejorar. El crecimiento es tu responsabilidad.
En BZI, hemos visto de primera mano cómo las personas crecen más rápido cuando se hacen cargo de su futuro. Nuestro compromiso es encontrarnos con ellos a medio camino -apoyarles, invertir y orientarles-, pero nunca sustituirles en el esfuerzo.
Si quieres convertirte en un profesional de alto rendimiento en tu campo, debes adoptar la disciplina de trabajar en tu oficio, tu mentalidad y tu impacto, no sólo durante las horas de trabajo, sino durante toda la vida. Ahí es donde creo que se hacen los campeones. Ahí es donde se crea valor. Y en el mundo actual, la creación de valor lo es todo.
https://www.forbes.com/councils/forbesbusinesscouncil/2025/10/07/from-operator-to-architect-the-discipline-of-working-on-the-business-not-just-in-it/