El trabajo de cinco dólares: Una lección de orgullo, esfuerzo y trabajo en equipo

Por Vaughn Montgomery, Piloto Jefe

Durante los últimos cuatro años y medio, he tenido el privilegio de viajar con diferentes departamentos de la familia BZI, desde colaborar con equipos de estimación hasta celebrar en las obras la colocación de los últimos paneles. Lo que más me llama la atención es que nada de esto sería posible sin el duro trabajo y la dedicación de todos los miembros del equipo.

Al caminar por una obra, no dejan de impresionarme las extraordinarias habilidades de los operadores de equipos, soldadores y buloneros. Sin embargo, lo que realmente hace única a la BZI no es solo el talento sobre el terreno, sino los valores fundamentales que guían nuestra forma de trabajar juntos.

La parábola del trabajo de cinco dólares

Mientras crecía en la pequeña ciudad de Leeds, Utah, oía a menudo una historia que se me ha quedado grabada: la parábola del trabajo de cinco dólares.

La historia cuenta que un joven aceptó un trabajo de verano para cortar el césped de una mujer que era muy exigente con su jardín. Esperando ganar dinero fácil, se apresuró a terminar el trabajo, pero le pagaron 2 dólares en lugar de los 5 que esperaba. Ella le explicó que un "trabajo de cinco dólares" significaba líneas rectas, bordes nítidos y aceras limpias y libres de recortes.

Desanimado al principio, el joven pronto empezó a observar qué hacía destacar a algunos céspedes. Semana tras semana, fue perfeccionando su trabajo: fijando la vista en una línea de corte recta, alineando cuidadosamente cada pasada, bordeando con precisión y barriendo las aceras para dejarlas limpias. Con el tiempo, descubrió que la lección no tenía nada que ver con el dinero, sino con enorgullecerse de su trabajo y encontrar satisfacción en superar las expectativas.

Una lección que sigue vigente

Aunque el coste de cortar el césped ha cambiado desde principios de los años 80, el principio del trabajo de cinco dólares sigue siendo intemporal.

En una reciente conferencia de liderazgo de BZI, me acordé de esta parábola al mirar alrededor de la sala. Vi a los líderes y a los miembros del equipo darlo todo constantemente, no sólo haciendo "trabajos de cinco dólares", sino, en muchos casos, "trabajos de diez dólares". Esa es la esencia de la BZI: una cultura de excelencia en la que cada persona tiene la opción de superar las expectativas y, al hacerlo, inspirar y elevar a los demás.

Construir para las generaciones

Cuando nuestro equipo volvió a comprometerse en esa conferencia, quedó claro que este principio sigue guiando nuestro camino. En BZI, nos esforzamos no solo por realizar proyectos extraordinarios, sino también por crear oportunidades de alto valor en un entorno de trabajo saludable para las generaciones venideras.

Puede que el trabajo de cinco dólares empezara como una simple historia sobre cortar el césped, pero en BZI refleja algo mucho mayor: un estándar de integridad, trabajo en equipo y orgullo por el trabajo bien hecho.